Carmen es originaria de El Hatillo y vive en La Palomera desde hace 18 años. Aunque siempre ha tenido contacto con sus plantas, ahora les dedica más tiempo. Junto con su esposo mantienen el jardín vivo. Cuando las plantas crecen a tal punto de que no pueden mantenerlas en el jardín, las trasplantan al terreno de un familiar en Barlovento. A pesar del tamaño reducido del jardín, ahí crece una impresionante variedad de plantas. Entre las plantas ornamentales que más llaman la atención está la dichorisandra, una planta de flor violeta espectacular, jade, lirio rojo, orquídeas, cayenas, peperomia, bromelias, palma areca, calas, paraísos rojos y otras especies. Las especies de plantas con frutos comestibles son menores frecuentes, pero aun así tiene cacao, ají, ñame, caraota negra, café, lechosa y maíz. Una de las especies más raras del jardín es el noni, que parece ser el único en el barrio. Las frutas del noni, hojas, flores, tallos, cortezas y raíces se utilizan para curar una larga lista de dolencias. Es un potente anticancerígeno y un excelente aliado en la salud intestinal.