La fresca sombra de un árbol de aguacate grandísimo distingue la entrada de la casa de la familia Carrasco. Lo sembró Alfonso Carrasco en el año 1994 junto con un árbol de manzana, y nos cuenta entre risas, que al principio mientras el árbol iba creciendo todos los diciembres lo adornaba como arbolito de navidad. El árbol de manzana, que fue toda una curiosidad en el barrio, fue trasplantado hace un tiempo en el terreno de la familia Díaz por ser mucho más amplio. Desde hace más de 20 años, Alfonso espera el mes de agosto para bajar la cosecha de aguacate, que resulta ser suficiente para regalar e intercambiar por otros alimentos con sus vecinos. De niño le gustaba bajar al pueblo de Baruta en Semana Santa para ver la procesión de la Virgen y fue parte de la Asociación de Cargueros desde por más de 53 años. Con 75 años de edad y 6 bisnietos ha decidió ceder su puesto como carguero a las siguientes generaciones.