Originaria de Asia Sudoccidental, la higuera pertenece al género de los ficus. Pierde sus hojas en sequía y rebrota en épocas de lluvia. Es poco exigente en cuanto a las cualidades del terreno, aunque su crecimiento es lento en terrenos secos. No es raro ver retoños bastante desarrollados creciendo espontáneamente en rocas o viejos muros. El desarrollo de sus raíces es temido porque tienen la capacidad de producir grandes movimientos de suelo. La higuera genera un látex irritante. Las higueras cultivadas se reproducen mediante esquejes. Son muy resistentes a las condiciones adversas y se cultivan principalmente como árboles frutales de segunda categoría.
El alto contenido en fibra del higo es aprovechado para mejorar el tránsito intestinal, por lo cual también es utilizado como laxante. Las fibras solubles ayudan a controlar los niveles de colesterol y de glucosa. Las fibras insolubles ayudan a prevenir enfermedades como el cáncer de colon.